jueves, mayo 11

Gracias a TI

Siempre me costó mucho trabajo creer en mi mismo, y le debo todo el crédito a Dios por permitir que te fijaras en mi… No sé exactamente que viste, pero estoy seguro que fue una gracia que de mi no proviene. 
Gracias, por tan noble labor. 
Gracias por tener fe en mi, en lo que Dios haría en mi.

Gracias por el cariño que me diste y las facilidades que supliste… Por extender tu mano cuando nadie más lo hizo y permanecer a mi lado aunque yo a veces te empujaba. 

Debió ser difícil, y hasta cierto punto arriesgado, esperar que de mi salieran resultados. 
Creo que ahora te puedes dar cuenta que pudiste haber estado equivocado… pero no te rindas tan rápido. 

Yo no te pedí que lo hicieras, sí… pero cambiaste mi vida.
Pusiste tu grano de arena, o tu roca en mi camino; no a mal, sino como un escalón para llegar más alto. 

Nunca había pensado lo mucho que te había decepcionado, ni que quizá con mis errores te había lastimado… Siempre ha sido propio de mi ser egoísta y no pensar en los daños.

El hecho de que creyeras en mi, fue un tipo de presión, y fue buena, pero no la supe resistir. 

Me aplastó que todos esperaran a un niño prodigio, ¡hasta me hicieron creer en mi mismo! 
Fue un suceso histórico para mi, con cada uno de ustedes. 
Pero no le puedes pedir peras a un manzano, y como no sabías, te quedaste esperando en vano. 

Quiero pedirte perdón, porque sé que te fallé, sé que te decepcioné, créeme que lo sé.
Ahora lo puedo ver y nada te quiero prometer, solo quiero que sepas que aquí estaré, y que con todas mis fuerzas lucharé. 

No sé ahora quien va a creer en mi, pero yo creo en Dios, y con eso me basta para salir adelante. 

Espero que un día podamos sentarnos a platicar, beber un café o una cerveza, e inspirarte a no dejar de creer en la gente que parece estar de cabeza. 


Si aún crees en mi, no me lo digas, solamente pídele a Dios que me bendiga, y algún día te lo pagaré con mi sonrisa. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario