lunes, noviembre 17

De mi corazón a mi tierra

La distancia se convierte en solo un juego de palabras cuando tu corazón está con las personas que te aman, con tu tierra, la preciada.
Mi dulce Ensenada.
La distancia entre nosotros es la medicina de todos mis males
El puente con el que me uno a los cantos celestiales.
Tu matiz azul y verde; color pastel intenso, se fundió tras los kilometros en tonos rojizos y magnetas, haciendo que todo a mi alrededor cambie de naturaleza.
Un cambio en su máxima expresión; 
No hay mar, hay tierra
Hay paz, no hay guerra.
Hay gozo, no contienda
Hay soledad, no falsedad.
El frío de las noches heladas se desvanece con la danza del sol por la mañana
Mientras que en Ensenada, la danza del calor nunca cesaba.
Esto me enseño a luchar por la esperanza, a no vivir siempre con la misma semblanza.
Poco a poco los cambios me van enamorando, y el palpable deseo por volver a casa se encela por el sentir de quedarme mucho tiempo más aquí.
En resumen, la distancia me edifica, las sonrisas se destilan.

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