martes, agosto 26

Adios Ensenada

Los nuevos tiempos, como el hierro afilan los recuerdos
Y yo muriendo, para renacer de nuevo, los encajo en mi pescuezo
Me ahogo con ellos, y las fotos de los días pasados son el alcohol con el que me embriago 
Las ultimas noches me han asechado, me ganan las ansias y termino guacareando
Los relojes se detienen y flota en el ambiente el ronroneo de mi gato, que me pide con ternura que me calme, que no es tan malo.
Pero ahora me pongo en duda a mi mismo, por miedo, por inseguro, por humano.
¿Lograré estar lejos sin desmayar? ¿Lograré enorgullecer a mi papá?

Las aventuras por el centro de la ciudad con una cámara de rollo y una patineta terminaron, una etapa de mi vida de la que me arde despedirme.
Mi vida es una palma, y la gente a la que amo cae simultáneamente como cocos en la playa, ahí están, pero nunca los podré tocar, hasta que me logre desarraigar. 
Cosa que será si logro regresar.

Me siento vacío.

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