sábado, junio 28

Carta de graduación

Mañana me gradúo de la preparatoria, aún no entiendo bien lo que esto significa, por momentos olvido que esto solo pasa una vez en la vida, la flor de la juventud.
Estoy a dos meses de irme a Texas, y no sé si debo estar feliz o triste.
Por una parte, el dejar todo y tener que acomodar las piezas de nuevo es algo que me gusta, pero por el otro lado soy de esas personas conservadoras, que van a un restaurante y siempre piden lo mismo por miedo a no disfrutar igual otras opciones.
No estoy nervioso por el futuro, estoy ansioso.
Siento que decepciono a mi familia y a mi novia con estas ganas que tengo de alejarme, pero estoy seguro que debo desarraigarme un poco de este núcleo que me facilita todo.
No quiero escuchar más sermones de mi abuela sobre lo peligroso que es el mundo y que mejor me quede aquí, pero tampoco pido que me apoyen porque no todas mis decisiones han sido las mejores.
Volviendo al punto, me doy cuenta de que muchas personas pensaron que no me graduaría de la prepa  pronto, debido a mis antecedentes y a mi forma distraída y despreocupada de ser... entre ellos, yo mismo.
Debo admitir que quiero llorar, no porque haya creado lazos muy fuertes con el grupo, puesto que solo estuve ahí dos semestres, pero vaya, que triste que nunca les presté la suficiente atención como para notar que todas las personas son maravillosas, raras o normales, todos tienen algo muy bueno... trataré de no cometer el mismo error en la universidad, pero yo siempre soy un poco cohibido, así que de antemano, perdón.
------------------------
Ya me gradúe, y como la niebla me disipé. No me despedí de nadie, se los dije.
No le puse atención a las palabras de los directivos por estar buscando entre el publico a mi familia, aunque ellos me llevaron, asechaba el miedo de que no fueran a llegar, fue algo muy ridículo de mi parte, pero quizá contribuyeron los nervios.
Ya vimos que uno no cambia de la noche a la mañana solo por darse cuenta y escribirlo, así que tengo mucho que trabajar.
No me puedo despedir de esta etapa porque siempre va a estar en mi, en mis fotografías, en mis escritos, y por lógica en mi cabeza, más bien, hago esta carta como una muestra de gratitud a todas las personas que colaboraron a mi vida, a mis días, ¿y porque no? también a mis fotografías.
No soy nadie importante como para que esto signifique algo, pero quiero dar honor a quien lo merece.
Noe Muñoz, gracias por el mejor ejemplo de perseverancia.
Denisse Guluarte, gracias por tu amor y tu paciencia .
Aldo Márquez, gracias por tu lealtad inigualable.
Paola Tiznado, gracias por permanecer como piedra.
Ian Muñoz, gracias por hacer más feliz mi vida.
Gracias a todos mis amigos y familiares, les amo mucho.



No hay comentarios:

Publicar un comentario