sábado, marzo 15

La yarda

Me inspiro en la vista que tengo, el cielo iluminado por una tenue sonrisa que ha dejado el sol, y el contraste perfecto que provocan las palmeras al agitarse en un solo son.
La guitarra que acompaña el espacio vacío en este cuarto me recuerda que la vida no se puede disfrutar solo viendo el tiempo pasar
Una alegría inmutable proviene de las cuerdas vocales de Larregui mientras mis dedos bailan ansiosos por este silencioso teclado
Se combinan los recuerdos con los sueños, son transformados en anhelos y termino bailando en el cielo.
Así es esto.

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