Diferentes compases atacan silenciosamente, evaporando lo que no es conveniente
Mudos, inaudibles gritos retumban la redonda, provocando que la gravedad se sienta aspera y redonda.
Baja como cera caliente hasta la punta de los dedos, toda la humanidad que llevas dentro
El cielo se torna gris, y cual bombon en la fogata, se derrite junto con mis ganas de llorar, siento que no voy a volver a ver el mar nunca más.
Las marea, la inquietud del oceano, el no poder estar quieto, manifiestan los anhelos
De toda una civilización, de toda una evolución, de una persona.
El cielo, sus invisibles rafagas, el silencio eterno, manifiestan el amor
Que le tenemos a nuestra naturaleza, nuestra tierra.
Los ojos de una persona, su incallable alma, son solo muestra de la gloria
Del creo el universo antes del principio.
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